Cuba Mi Amor
Mi primer viaje a Cuba fue en 1999. Iba invitada por el grupo de música Vieja Trova Santiaguera que con sus 5 socios sumaban 400 años, ni más ni menos. Solo quería quedarme allí 3 días y después seguir mi camino. Pero el ritmo flotante del son cubano, que se escuchaba por todos lados, en cada restaurante y en cada patio escondido, enamoró mi corazón y ya no me dejó seguir mi camino. Después de una semana me entró el pánico y me dije: “O te vas mañana a primera hora, o ni siquiera Dios te podrá sacar de aquí”. Me fui al día siguiente en tren para llegar a la siguiente ciudad embrujadora: Trinidad, una ciudad bellísima de 500 años, donde hasta en las casas más humildes se sirve la comida en porcelana antigua con bordes dorados y con más de cien años de edad. En La Habana conocí a Gregorio Fuentes, entonces en la suave edad de 103 años, que fue en su juventud el capitán del famoso escritor Ernest Hemingway. Vaya – qué pasa en este país con el concepto del tiempo?
Después he visitado a la isla mágica aún muchas veces. Aún no he encontrado la manera de escaparme de su encanto! Pero como he creado mientras tanto en Colonia mi propio ‘trocito de Cuba en Alemania’, el peligro de quedarme allí para siempre ha disminuido un poquito.
